Antes de aplicar la turba, recomendamos realizar un pequeño test de alergia en una pequeña zona de la piel.
Producto para aplicación tópica sobre piel y cuero cabelludo. Evitar que penetre en el interior de los ojos.
No ingerir.
La turba puede aplicarse a temperatura ambiente o calentando al baño maría, o bien aplicando calor de forma externa (metiéndose en agua caliente tras aplicar la turba, tapando la parte tratada con manta eléctrica…)
En personas con fiebre preexistente, problemas de corazón, tensión alta, problemas respiratorios, diabetes, embarazo, se recomienda aplicar la turba a temperatura ambiente, ya que no es recomendable la aplicación de calor en estos casos.
Al activar la circulación sanguínea puede causar enrojecimiento momentáneo que desaparece a los pocos minutos.
En algunas pieles se observa un leve picor al actuar la turba, y que al lavar para retirarla desaparece sin mayor repercusión.
En pieles muy sensibles, se recomienda reducir el tiempo de aplicación.
Para preservar el nivel de humedad de la turba, mantener a temperatura ambiente o menor (la turba para uso cosmético puede conservarse en frigorífico). En cualquier caso, siempre mantener en lugar fresco y alejado de focos de calor, siempre con el envase cerrado para que conserve la humedad original y evitar que se seque.
La condensación al estar en envase cerrado puede provocar un exceso de líquido que no altera las propiedades de la turba, y que puede retirarse y/o remover.